02 febrero 2007

¡a tí, a tí, a tí, oh, oh!














No tengo planes ni proyectos
Y no tengo esperanzas ni sueños.
Yo, yo, no tengo nada,
Desde que no te tengo.

Y no tengo deseos,
Y no tengo horas felices.
No tengo nada,
Desde que no te tengo.

La felicidad, supongo
Nunca volveré a tener.
Cuando te fuiste de mi vida,
Hiciste que llegara la miseria,
Y está aquí desde entonces.

¡Sí, estamos jodidos!

No tengo amor para compartir,
Y no tengo nadie a quien yo le importe
No tengo nada,
Desde que no te tengo a ti.

¡a tí, a tí, a tí, oh, oh!
¡a tí, a tí, a tí, oh sí!

22 enero 2007

No entiendes por no comprender, sino por falta de conocimiento.












La mayoría de la gente ni siquiera tiene conciencia de su necesidad de conformismo. Viven con la ilusión de que son individualistas, de que han llegado a determinadas conclusiones como resultado de sus propios pensamientos -y que simplemente sucede que sus ideas son iguales que las de la mayoría-. El consenso de todos sirve como prueba de la corrección de "sus" ideas. Puesto que aún tienen necesidad de sentir alguna individualidad, tal necesidad se satisface en lo relativo a diferencias menores; las iniciales en la cartera o en la camisa, la afiliación al partido (Colorado en ves de Blanco, Nacional en ves de Peñarol) se convierten en la expresión de las diferencias individuales. El lema publicitario "es distinto" nos demuestra esa patética necesidad de diferencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.

Esa creciente tendencia a eliminar las diferencias se relaciona estrechamente con el concepto y la experiencia de igualdad, tal como se está desarrollando en las sociedades industria les más avanzadas. En un contexto religioso, igualdad significó que todos somos hijos de Dios, que todos compartimos la misma sustancia humano-divina, que todos somos uno. Significaba también que deben respetarse las diferencias entre los individuos, que, si bien es cierto que todos somos uno, también lo es que cada uno de nosotros constituye una entidad única, un cosmos en si mismo. Tal convicción acerca de la unicidad del individuo se expresa, por ejemplo, en la sentencia talmúdica: "Quien salva una sola vida, es como si hubiera salvado a todo el mundo; quien destruye una sola vida, es como si hubiera destruido a todo el mundo." La igualdad como una condición para el desarrollo de la individualidad fue, asimismo, el significado de este concepto en la filosofía del iluminismo occidental. Denotaba (como lo formuló muy claramente Kant) que ningún hombre debe ser un medio para que otro hombre realice sus fines. Que todos los hombres son iguales en la medida en que son finalidades, y sólo finalidades, y nunca medios los unos para los otros. Continuando las ideas del iluminismo, los pensadores socialistas de diversas escuelas definieron la igualdad como la abolición de la explotación, del uso del hombre por el hombre, fuera ese uso cruel o "humanitario".

La unión por la conformidad no es intensa y violenta; es calma, dictada por la rutina, y por ello mismo, suele resultar insuficiente para aliviar la angustia de la separatidad. La frecuencia del alcoholismo, la afición a las drogas, la sexualidad compulsiva y el suicidio en la sociedad occidental contemporánea constituyen los síntomas de ese fracaso relativo de la conformidad tipo rebaño. Más aún, tal solución afecta fundamentalmente a la mente, y no al cuerpo, por lo cual es menos efectiva que las soluciones orgiásticas. La conformidad tipo rebaño ofrece tan sólo una ventaja: es permanente, y no espasmódica. El individuo es introducido en el patrón de conformidad a la edad de tres o cuatro años, y a partir de ese momento, nunca pierde el contacto con el rebaño. Aun su funeral, que él anticipa como su última actividad social importante, está estrictamente de acuerdo con el patrón.

Además de la conformidad como forma de aliviar la angustia que surge de la separatidad, debemos considerar otro factor de la vida contemporánea: el papel de la rutina en el trabajo y en el placer. El hombre se convierte en "ocho horas de trabajo", forma parte de la fuerza laboral, de la fuerza burocrática de empleados y empresarios. Tiene muy poca iniciativa, sus tareas están prescritas por la organización del trabajo; incluso hay muy poca diferencia entre los que están en los peldaños inferiores de la escala y los que han llegado más arriba. Aun los sentimientos están prescritos: alegría, tolerancia, responsabilidad, ambición y habilidad para llevarse bien con todo el mundo sin inconvenientes. Las diversiones están rutinizadas en forma similar, aunque notan drástica. Los clubs del libro seleccionan el material de lectura; los dueños de cinematógrafos y salas de espectáculos, las películas, y pagan, además, la propaganda respectiva; el resto también es uniforme: el paseo en auto del domingo, la sesión de televisión, la partida de naipes, las reuniones sociales. Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche: todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas. ¿Cómo puede un hombre preso en esa red de actividades rutinarias recordar que es un hombre, un individuo único, al que sólo le ha sido otorgada una única oportunidad de vivir, con esperanzas y desilusiones, con dolor y temor, con el anhelo de amar y el miedo a la nada y a la separatidad?

“La persona sádica es tan dependiente de la sumisa como ésta de aquélla; ninguna de las dos puede vivir sin la otra. La diferencia sólo radica en que la persona sádica domina, explota, lastima y humilla, y la masoquista es dominada, explotada, lastimada y humillada. En un sentido realista, la diferencia es considerable; en un sentido emocional profundo, la diferencia no es mayor que lo que ambas tienen en común: la fusión sin integridad. Desde ese punto de vista, tampoco es sorprendente encontrar que, por lo general, una persona reacciona tanto en forma sádica como masoquista, habitualmente con respecto a objetos diferentes.
Hitler reaccionaba sádicamente frente al pueblo, pero con una actitud masoquista hacia el destino, la historia, el "poder superior" de la naturaleza. Su fin -el suicidio en medio de la destrucción general- es tan característico como lo fueron sus sueños de éxito -el dominio total-.”

18 enero 2007

Extractos de la memoria










Trata del amor de un niño a su madre, en el se ve la lucha de un niño por reunirse con su madre

En un pueblo
italiano (muy lejano)
al pie de la montaña
vive nuestro amigo Marco
en una humilde morada.

Se levanta
muy temprano
para ayudar a su buena Mama.

Pero un día la tristeza
llega hasta su corazon

Mama tiene que partir
cruzando el mar a otro pais.

No te vayas Mama
no te alejes de mi
adiós Mama
pensaré mucho en ti
no te olvides Mama
que aqui tienes tu hogar.

Si no vuelve yo ire
a buscarte donde este
no me importa donde vayas

Te encontraré !!!!!

08 enero 2007














El amor infantil sigue el principio: “Amo porque me aman”
El amor maduro obedece al principio: “Me aman porque amo”
El amor inmaduro dice: “Te amo porque te necesito”
El amor maduro dice:”Te necesito porque te amo”

06 enero 2007

Lóbregos vinos y dolientes lágrimas.


















De cursilería y humildad
Su alma quedó huérfana
A los pocos años de que el amor
Arañara su carne
Y revoloteara junto a su lengua.

Es tu dolor, belleza
Un clandestino y luctuoso celaje
Del cual yo libaré
Con orgiástica trompa
Lóbregos vinos y dolientes lágrimas.

Escrito por:. Zapato

05 enero 2007

Hace cuatro días


















Por maldecid, maldigo
Al hijo de puta que pone un dedo sobre mi vida
Asignándome lo que he de merecer y lo no merecido.
Que poder absoluto tiene al notar mi presencia
Cuando su vista se desvía, corre hacía mi
Te maldigo un millón de veces y más,
Pero hoy si comprendo que las cosa o las personas
No se tiene por merecimiento, eso es así,
A mis lados, a mi espalda, a mi frente, lo compruebo
No te merezco, no te merece, quien debe decir quien te merece, “Él”
O la casualidad de no haber aparecido un segundo antes
O la torpeza de no haber dejado madurar lo que se daba
¿Tan seguro estabas?, me dijo…
Por merecimiento…
Tengo mil dagas vivas y cada una directa a tu pecho.

01 enero 2007
















Te llore sin consuelo
No logro abandonar
Lo que no tengo
Sin siquiera, parte de mi vida eres
Ocupas un espacio virtual
180 minutos al día
Todo fin tiene un principio
¡Si, hubo un principio!
¿Cuánto finales debe tener?
Hoy al escribir estas líneas
Lo doy por concluido
Mañana volveré a lo mismo. Seguro Infinita tristeza.